Consiste en la aplicación de productos químicos sobre la piel. Al aplicarse estos productos las células muertas, así como también descamaciones superficiales, se eliminan y aparecen nuevas células. Por lo que la nueva de la capa de la piel tendrá mejor textura, menos manchas y menos arrugas.
El resultado es una piel fresca, suave, limpia y con su brillo natural. El resultado se aprecia nada más terminar el tratamiento, ¡la piel luce espectacular!
Se utiliza de forma segura en pieles sensibles y es adecuado para todo tipo de piel, Sin embargo, es fundamental elegir el tipo y la concentración de peeling adecuados en función del tipo de piel y de las necesidades.
Con el peeling estamos decapando la parte más superficial de la piel y, por tanto, durante el tiempo de recuperación será fundamental protegerte del sol.
En las manchas cutáneas, suelen ser necesarias entre 6 y 12 sesiones, despigmentantes y los resultados empiezan a apreciarse a partir de la tercera o cuarta sesión.
En el caso de peelings químicos se suelen emplear sustancias químicas como ácidos, glicólico, salicílico, retinol, también se prepara un natural efectivo.
Deberás utilizar 2 veces al día cremas hidratantes que calmen la piel y alivien la descamación que aparece tras el peeling, regeneradoras post peeling que contengan ingredientes como rosa mosqueta, sucralfato, centella asiática, por ejemplo, aportarán hidratación y te ayudarán calmar el picor.
El calor y la sudoración pueden irritar la piel después de un peeling químico, al igual que el frío extremo. Es importante que en la medida de lo posible te mantengas la mayor parte del tiempo en una temperatura normal, evitar también 4 días después actividad física.